Hay veces en la vida en que los caminos de las personas se bifurcan y cada uno toma una dirección distinta pensando que al final se volverán a encontrar.
Desde tu camino ves a la otra persona cada vez más lejos y piensas: "no pasa nada, estamos hechos el uno para el otro".
Pero al final sólo ocurre una cosa: te das cuenta de que todo ha terminado, de verdad, de que ya no hay vuelta atrás...y lo sientes.
Y justo en ese momento intentas recordar cuándo comenzó todo, de dónde viene esa sensación de conoceros desde hace mucho, por qué en tan poco tiempo el amor se hizo tan grande, tan intenso...tiene que haber una explicación.
Y de repente te das cuenta de que todo comenzó antes de lo que pensabas, mucho antes. Cuando aún ninguno de los dos sabíais que estaba comenzando.
Y es ahí, precisamente en ese mismo instante, cuando eres consciente de que ese tipo de cosas sólo ocurren una vez, de que por mucho que te esfuerces nunca volverás a sentir lo mismo...de que, al final, el recuerdo es lo único que permanece. Siempre.
(Septiembre de 2012)